En el sistema en columnas, cada radiador está unido al de la planta inferior y la siguiente, de forma que el agua se mueve en vertical por el inmueble
En los sistemas en anillo, los radiadores de cada vivienda están unidos entre sí y existe una única entrada y salida para cada vecino.
Contadores individuales
El sistema más sencillo de individualizar los consumos es poner un contador a cada vecino a la entrada de su instalación.
Sin embargo, esto solo es posible si el sistema de calefacción está dispuesto en anillos.
Repartidores de costes
Si la calefacción de tu casa está dispuesta por columnas, lo normal es que tu comunidad ponga repartidores de costes.
Este sistema consiste en poner un aparato de medición en cada radiador y una unidad que centraliza las lecturas.
Las válvulas de los radiadores: termostáticas o manuales
Al instalar repartidores de costes, es común poner válvulas nuevas en los radiadores. Las válvulas regulan el paso de agua caliente al radiador y así permiten controlar la temperatura que alcanza la habitación. Las hay de dos tipos:
Válvulas termostáticas: disponen de un sistema de control (termostato) alimentado con baterías que regula de forma automática la temperatura de la sala para mantener la que hayas indicado. De esta forma, se aumenta el ahorro.
Válvulas manuales: es el usuario quien tiene que abrir o cerrar la válvula para controlar la temperatura. Se puede mantener este tipo de válvulas, pero es recomendable ponerlas nuevas cuando se coloquen los repartidores para asegurar que funcionan bien.
¿Cuáles son más recomendables? Si es viable económicamente, lo mejor es optar por válvulas termostáticas, pues proporcionan mayor ahorro y comodidad. Aunque el Real Decreto sobre individualización de consumos no lo impone, si esta pieza no funciona bien, la instalación de repartidores de costes puede no resultar tan beneficiosa. De hecho, algunas CCAA sí que definen en la normativa el tipo de válvula a instalar.
¿Cuánto me va a costar?
Esto es realmente lo que a mucha gente preocupa, pues muchas personas se muestras reticentes a hacer una inversión en este momento, cuando el poder adquisitivo ha caído.
El coste es bastante variable según el inmueble y el sistema elegido, ya que en algunos casos hay que modificar la instalación, cambiando las bombas y reequilibrando todo el circuito, además de poner los contadores o repartidores.
De manera aproximada, el coste de instalación puede ir desde algo menos de 500 euros hasta superar los 1.000 euros, según la complejidad del inmueble, el número de radiadores, etc. El ahorro conseguido (entre un 20% y un 30% de la energía) hace que la inversión se amortice en unos cuatro años debido a los altos costes de la energía.
Estos son los precios, orientativos, de algunos elementos de estos equipos:
PRECIOS DE INSTALACIÓN DE REPARTIDORES DE COSTES
Repartidor de coste en alquiler (€/mes)0,19-0,49
Repartidor de coste en compra (€)25,00-45,00
Válvula termostatizable manual (€)30,00-45,00
Válvula termostática (€)40,00-50,00
Detentor (€)10,00-20,00
Lectura (€/mes/repartidor)0,26-0,31
Mejor un sistema abierto
Al pedir presupuestos de instalación, es posible que muchas de las ofertas que lleguen a tu comunidad de vecinos incluyan, además de la instalación, la gestión de consumos, el mantenimiento y, en algunos casos, el alquiler de los contadores en lugar de ofrecerlos en propiedad. Al estudiar los presupuestos, además de fijarse en los precios, hay que atender al tipo de sistema, algo que no siempre queda claro:
Sistemas cerrados: la gestión de los consumos y la facturación solo puede hacerla la empresa que los ha instalado.
Sistemas abiertos: cualquier persona o empresa puede hacer las lecturas de los dispositivos y la facturación.
Las lecturas y los cobros no tiene que hacerlos necesariamente la empresa que haya instalado los repartidores, sino que puede ser cualquier persona asociada a la comunidad, como el administrador de la finca. Con ello la comunidad se puede ahorrar parte de la cuota. Por eso, lo más recomendable son los sistemas abiertos, que no obligan a la comunidad a quedar vinculada a la empresa propietaria de los repartidores casi de por vida.
Además, es previsible que en los próximos años haya que acometer un cambio hacia una calefacción más eficiente y menos contaminante, pues muchas funcionan ahora con combustibles altamente contaminantes como el gasoil. Por lo tanto, además de firmar un contrato abierto, desde OCU recomendamos pedir un estudio de viabilidad técnica para que la comunidad pueda asegurarse de no tener que volver a instalar estos sistemas por incompatibilidad con la nueva tecnología de calefacción que se instale.
¿Cómo se facturan los consumos?
El método de facturación va a depender de si se pusieron contadores individuales o repartidores de costes, ya que los primeros permiten una estimación directa del consumo de cada vivienda mientras que los repartidores obligan a realizar una serie de cálculos.
Con repartidores: se aplica el factor K
Los repartidores de costes miden la temperatura del radiador en el que se ubican y la ponen en relación con la temperatura ambiente: la lectura que generan no es el valor numérico del consumo de energía que se está produciendo.
Para calcular ese consumo, se aplica una constante “K” sobre la lectura del repartidor. Esa constante K depende de varios factores, entre otros, del modelo de radiador, de su tamaño y del material del que está hecho y se calculan unos laboratorios independientes. Pueden ser distintas para cada inmueble (a diferencia de lo que ocurre con las facturas del gas) dependiendo del tipo de radiadores, por lo que al usuario se le puede hacer realmente difícil estimar su consumo real.
Desde OCU exigimos que las empresas encargadas de las facturaciones estén obligadas a hacer públicos estos factores de corrección para cada comunidad, puesto que los consumidores tiene derecho a saber exactamente cómo se calcula su consumo real y evitar así la desconfianza ante este tipo de sistemas de eficiencia energética.
Con contadores individuales: directa y transparente
Los contadores individuales hacen una medida directa de la energía consumida por cada vivienda. Esta medición es más precisa y transparente que con los repartidores de costes porque no hay que aplicar factores de corrección. Lo que indica el contador coincide con la energía consumida final con la que se calcula el importe de tu factura. Las facturas suelen incluir unos costes fijos de funcionamiento y una parte variable de consumos. La distribución del coste fijo depende de los acuerdos de la comunidad de propietarios.
Por eso, los contadores individuales se recomiendan siempre que sea posible. La instalación de este tipo de medidores suele ser algo más cara que la de los repartidores de costes, pero compensa pues la medida es mejor y más sencilla.
Desde 1998, los edificios de nueva construcción ya tenían la obligación de instalar contados individuales. A partir de 2027, será obligatorio que los contadores individuales dispongan de un sistema de lectura remota, tanto para los que se pongan ahora como para los ya existentes. Si los van a instalar en tu edificio, asegúrate de que se pueden leer a distancia.
Más eficiencia, mismo confort
La instalación de los contadores o los repartidores de costes debería mejorar la comodidad dentro de casa, porque podrás regular la temperatura que te sea más agradable. En principio, este sistema es más eficiente y te supondrá un ahorro de más de un 20% si mantienes la temperatura entre 19 y 21 ºC.
Algunos usuarios perciben que su calefacción no funciona como antes, pero esto puede deberse a que, debido a la carestía del gas, algunas comunidades han limitado las horas de funcionamiento o la potencia de las calderas y no es consecuencia del sistema de individualización de los consumos.
En el caso de que necesites más calor en casa, puedes recurrir a un sistema de bomba de calor, que refrigera en verano y calienta en invierno, para aquellas habitaciones que lo precisen
FUENTE: https://www.zamora24horas.com/local/calefaccion-central-acaba-plazo-individualizar-costes_15072532_102.html
